lunes, 21 de noviembre de 2011

Comentario sobre la película Amén

Amén

Esta película, una historia real, critica de forma cruda  y descarnada la actuación de la Iglesia durante el nazismo en la Segunda Guerra Mundial que ignora el genocidio judío.
Trata de un oficial de las SS, químico encargado de suministrar el gas para los campos de concentración, que se da cuenta de la barbarie que están cometiendo los nazis e intenta que interceda la Iglesia. Aunque sólo consigue el apoyo de un jesuita, secretario del obispo de Berlín que, ante la indiferencia del obispo, que llegaba hasta la mofa, y aprovechando que era de familia noble y muy cercana al papado consigue que la petición de ayuda llegue hasta el Papa que se niega a hacer caso tanto al jesuita como al oficial de las SS.
Al final acaba con el jesuita yéndose a los campos de concentración con los judíos y al oficial de las SS que cuando acaba la guerra es hecho prisionero por los americanos, que no creen su versión de inocencia y, viendo que no tenía esperanza se ahorca en su celda.
La película está muy bien, es una denuncia descarnada y sobre todo muy humana tanto en la piedad del jesuita  como en el heroísmo del oficial alemán. También pone en solfa la doble moral de la iglesia y la presenta como una institución anquilosada y arcaica, y la recomiendo a todo el mundo sobre todo porque llama la atención la enorme sensibilidad de los personajes y la tragedia final.

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